Había una vez, una niña que se llamaba Margarita y vivía en el campo.
Jugaba con su pelota cuando de repente apareció fuego por todas partes, y fue a esconderse tras las flores.
Quería que soplara mucho aire y cantaba una canción, dedicándosela a su amigo, que venía vestido de rojo, el cual era bombero.
Llamo
al 112 para que vinieran por la carretera con agua, se le encendió la bombilla
y se le ocurrió apagarlo de otra forma.
Mientras
tanto paso el tiempo y salió la luna, y cuando salió el sol el
incendio se había apagado.
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